Ksurina es una tigresa rusa que esta noche ha capturado una víctima. Por eso se aparece en el salón todavía con el traje de noche puesto y unos taconazos dispuesta a no dejar apenas respirar al chico sobre el cual se pone para que empiece a manosearla mientras le dice que se fije bien en sus labios carnosos porque pronto le van a estar comiendo la polla si luego a cambio le comen a ella su precioso coñito bien rasurado para la ocasión. Tras este intercambio oral y ya bien cachondo e ponen a follar como animales. Qué placer ver ese culazo botando señores, sólo comparable con el gusto que da verlo luego abierto en canal encajando una serie de pollazos que ni tan siquiera soñaba esta noche cuando se vestía para salir. Pero sí, ahí está ahora disfrutando del anal gimiendo como una perra y tragándose una buena ración de esperma, un final que sí que se esperaba, la verdad.
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