Eva Berger era una pelirrojita que se hacía selfies al borde del Neva para subir en Instagram cuando recibió una oferta, si quieres formar parte de nuestra agencia matrimonial y encontrar un marido rico sólo tienes que venir a nuestra oficina, te haremos unas fotos y además te pagaremos 300 eurazos. ¿Qué te parece? Pues bien, que me va a parecer. Y es así como captamos a Eva para nuestra causa. También le explicamos que para destacar entre sus competidoras tenía que hacer algo más y fue así como al cabo de poco la tuvimos desnuda, agachada y comiéndole el rabo a nuestro agente que le pedía ir siempre un paso más allá en pro de su futuro matrimonio, tal es así que acabó con el culo bien abierto y disfrutando del sexo anal como una perra sabiendo que probablemente aquello más que en un matrimonio acabaría en una corrida facial y en un debut el mundo del porno que no por imprevisto fue menos placentero.
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