Hoy nuestra admirada Mandy Bright, necesitada de relax acude al spa para darse un baño. Pero claro como es una guarra de cuidado, le pasa como a los gremlins, cuando entra en contacto con el agua se excita, así que sale de la piscina y empieza a masturbarse y de paso exhibe su cuerpazo y el hermoso vello púbico que corona su chochito. Tras esta primera sesión de relax viene la segunda, la sesión de masaje donde el masajista se excede en sus funciones y le mete mano por todas partes, algo que no sólo no le molesta sino que se lo agradece postrándose ante él, chupándosela y abriéndose de piernas para acoger su rabo en sus dos agujeros hasta conseguir que se corra en su cara, y es que Mandy Bright sabe que de bien nacido es ser agradecido.
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