Hoy Silvia Saint representa a una escort de lujo. Por eso la vemos recibiendo a un cliente en casa mientras un reportero que le está haciendo un reportaje se muere de envidia y hasta de celos viéndola. No es de extrañar, debe ser horrible estar tan cerca de la musa y no poder tocarla y peor debe ser cuando la ves como hoy, satisfaciendo a otro, comiéndose un enorme rabo delante de tus narices, incluso mirándote mientras complace a otro, mientras deja que otro le folle su chochito especialmente rasurado para la ocasión, poniéndose a cuatro patas y mostrando su hermoso culito o sacudiendo un rabo hasta vaciar todo el esperma en su cara. Y así complacida seguir mirándote como diciéndote, lo verás pero no lo tocarás ¿O es que acaso no estás dispuesto a pagar por mi? ¿Y tú, estás dispuesto a pagar por ella?
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