Hay un chiste que corre por ahí que dice que el arte es pasar un frío de cagarte. Pues seguro que eso no le pasa a nuestro artista, un pintor que se pone muy caliente viendo a Natali, la tremenda modelo de enormes peras que intenta plasmar en el papel. Difícil tarea porque no se concentra viéndola desnuda y posando sólo para él. Así que en seguida se olvida de la lámina y se va a por la modelo que halagada por el hecho de que el artista se interese por ella empieza a hacerle una mamada con cubana espectacular tras lo cual echarán un polvazo impresionante que no impresionista. Por que lo que veréis no es una simple impresión sino que es bien real y bien claro, unas tetazas que botan alegres con una polla entre las piernas, un culito dispuesto a dilatar en cuanto se lo exija el artista y una buena corrida para demostrar que al fin y al cabo nuestro pintor es de brocha gorda y pintura espesa.
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