Katy es la la dominatrix de un salón de BDSM donde acuden los más altos ejecutivos y ejecutivas de Budapest para probar por una vez el placer de la sumisión y el dolor. Mirad si no a Carrie Lee, directora ejecutiva de una petrolera estatal que la espera en una sala vestida como una gatita, dispuesta a recibir azotes y cumplir las órdenes de su ama que la golpea, la pone a chupar y al poco le pide que se ponga a cuatro patas para que la sodomicen bien. Mientras Katy se trajina a otros dos con la lengua para que luego le follen también el culo a Carrie. Disfrutad pues de los gemidos de la ejecutiva, bueno qué digo gemidos, gritos a la par que Katy exhibe su coño bien peludo y sus enormes peras naturales mientras piensa en la siguiente orden. DP para la ejecutiva y doble ración de leche, reservándose una para ella.

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