Sandra Russo es una eficiente secretaria que sabe cómo aliviar las preocupaciones de su jefe. Mirad si no como lo masajea y que pronto se olvida éste del caso que no le dejaba dormir. No es de extrañar, Sandra está como un dios, su jefe lo sabe y por eso no deja de meterle mano. Soba sus perfectas peras y ésta para acabar de relajarle se agacha y se la come. Pero claro, con un pivón así, eso no es suficiente, por eso la pone encima de la mesa del despacho y empieza a follársela, primero por delante y luego, cómo no, por detrás. Y es que a Sandra le encanta el sexo anal, sabe que a su jefe también y que eso, junto con el hermoso panorama que pronto le dejará en la cara, será la mejor manera de que olvide sus problemas. ¿Lo habrá conseguido?
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