Vanessa May es una preciosa morenita de mirada felina y casi oriental que hoy acaba de ser abandonada por su marido en una curva cualquiera de una carretera comarcal. Semejante pivón no dura a solas mucho tiempo, enseguida ha aparecido un millonario con su deportivo, la ha recogido y se la ha llevado a su mansión donde sin ni tan siquiera esperarse a entrar en casa Vanessa le ha agradecido su buena obra. Miradlos ahora, al lado del coche y echando un señor polvazo sin importarles el frío. De pie con el culito en pompa, agachada comiéndosela a su héroe, montándolo sobre el asiento, estirados sobre la hierba, de cualquier manera con un único objetivo, una buena dosis de semen fresco para su coño.
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