Stevie Shae es un pedazo de rubia yanqui, con un cuerpazo de escándalo, unas perfectas peras naturales y un culo que pudiéramos comparar con el paraíso. Pero es que además adorna su piel con una serie de tatuajes bien visibles, algún piercing y para colmo lleva el coñito perfectamente afeitado. Con estas credenciales se nos presenta como la perdición de todo hombre, mirad si no lo que le pasa a Preston, un hombre adicto al sexo que cuando la conoció vio el cielo, porque la chica además es una guarra de cuidado. Mirad pues como Stevie no ayudó para nada a Preston a que superará su enfermedad, sino más bien lo contrario, con las mamadas y el polvazo que se marcó, lo puso todavía más enfermo, como a nosotros, vaya.
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