Janet es una madurita que a pesar de la edad está estupenda. Hoy sin más obligación que la de ser una buena esposa de un marido ausente ha decidido acudir al spa del que es socia donde la tratan como una reina. Ha pedido fresas y un masajista, en cuánto ha notado las manos del joven frotando su piel se ha excitado tanto que se ha sacado la parte de arriba del bikini y ha solicitado un masaje "completo". La cosa ha empezado por una buena comida de coño, ha seguido con una polla sabrosa para su boca que una vez ha estado bien dura se ha metido en su coño sin moverse de la tumbona en pro del resultado final, una buena dosis de nata. Y es que las fresas sin nata, no valen nada.
+ -