Un grupo de alienígenas con apariencia humana se encuentra entre nosotros. La tierra vive desconcertada porque no sabe en quien confiar y en quien no. Samantha es uno de estos alienígenas, Veronica Clinton lleva toda la vida creyendo serlo pero últimamente ha descubierto que no. Pero no pasa nada porque los alienígenas no son tontos y saben con quien quedarse, mirad sino a Samantha como le ofrece protección a Verónica sin importarle su origen. Y es que Verónica está muy buena por eso Samantha, que tampoco está nada mal, quiere quedársela y le demuestra todo su cariño comiéndole el coño y masturbándola cariñosamente con uno de sus juguetitos marcianos. Y es que entre las alienígenas también hay bolleras cariñosas que quieren salvar a unas cuantas terrícolas... y al resto que les follen.
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