Lauren May trabaja como celadora en la prisión de mujeres de Praga. Pasea por los pasillos del penal con su uniforme y su porra amenazando a las presas y demostrándoles quien está al mando. Y la verdad es que no está nada mal pero infunde respeto. Hoy está revisando las celdas de las presas y entre ellas ha visitado la celda de Zara, una rubita con unas peras enormes que pone cachondo a más de uno…y de una. Mirad sino como Lauren le obliga a desnudarse y empieza a frotarla con una esponja para después obligarla a ponerse lencería fina, darle unos azotes y jugar con su porra. Algo que parece que le gusta a Zara, por qué gemirá sino cuando le enchufan la porra por el coño. Y qué poco le cuesta acudir solícita cuando la carcelera le pide que le coma el coño. Tal vez todo lo haga porque las horas en el presidio son largas y qué, ya que está ahí, mejor que pasarse por la piedra a la carcelera que es dominante pero que sabe compensar a sus presas con una buena comida final.
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