Es el masaje semanal de Míster Barry, un hombre casado con una mujer un tanto caprichosa. Cansado de tantas tonterías, llega al spa donde le están esperando para darle un masaje muy relajante. Su masajista es un pedazo de negro que le recomienda a su compañera de trabajo, Bea, para desestresarlo del todo. Esta morenaza se deja llenar de aceite por el negro que no tardará en toquetear sus partes nobles. La tía cachonda empieza a comerle el rabo mientras Barry se levanta y le da por detrás. Bea se deja dar por todos los agujeros a la vez, gritando y sudando como una loca. Después de una buena tanda de sexo descontrolado, abre la boca para recibir todo el semen posible.
Quién le iba a decir a Bea que hoy tendría un día de trabajo tan especial. Y nuestro amigo Barry ya se puede ir tranquilo y relajado a casa.
+ -