Betty Wong es una asiática geisha que domina a la perfección todas las artes amatorias, por eso no para hasta que tiene los rabos que se le ponen delante totalmente exprimidos. Miradla hoy como se aplica con el que tiene a manao. El mamadón es la hostia en patinente y el polvazo que le sigue increíble, botando como una posesa mientras su hombre, de pie la agarra y mucho más cuando se sienta y empieza a menear el culito exhibiendo el tatuaje que lleva impreso con ese arte que sólo ella tiene. Qué gritos madre mía y eso no es nada en comparación a los que dará cuando se la enchufen por el ojal, ahí si que gemirá de placer. La pena es que pone tan cachondo a su partenaire que le dura poco, aunque no por eso dejará un recuerdo menos imborrable en su rostro ¡Trágatelo Betty que viene sabroso!
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