Llegado el otoño Anissa Kate se ha puesto de mesonera en un bar para sacarse algún dinero. Pero todos los clientes en cuánto la ven se ponen locos, una morenaza como ella con esas peras y esa cara de viciosilla no puede ser alemana. Y efectivamente, no lo es, es francesa y trae consigo las mejores costumbres de su país. Mirad sino lo que hace con este cliente que cayó rendido a sus pies en cuánto la vio y al cabo de poco estaba comprobando como, efectivamente, Anissa hacía unas mamadas increíbles y que además le gustaba follar como a una perrita hasta que se le corriesen en esas preciosas tetazas que tiene. Disfrutad pues, una vez más del placer de ver a Anissa Kate, un lujo para los sentidos que ha venido a Private para quedarse.
+ -