Angell Summers se ha ido de crucero por las islas griegas. Y es que a Angell le encantan las costumbres de ese hermoso país, especialmente las sexuales. Y es que esta chica es un bombón y encima le va la marcha, así que la vemos en la cubierta del barco admirando el azul del Mediterráneo cuando aparece el monitor de gimnasia y piensa, esta es la mía. Así que cuando lo ve haciendo ejercicio y fanfarroneando de sus músculos le pide que le enseñe su mejor músculo a lo que él se ofrece gustoso, por lo que en seguida la vemos de rodillas comiéndosela con deleite y pensando que en breve estará en su rasurado coñito y, por supuesto, en su culito que es donde más le gusta que se la metan, tras lo cual estará dispuesta a beberse todo lo que expulse el monitor de su más preciado músculo.
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