Aquel día la espectacular y mítica Rita Faltoyano fue a esquiar con dos amigos. Tras las bajadas se refugiaron en una cabaña y allí al calor de la hoguera los chicos se pusieron como motos con las tremendas tetazas de Rita. Así que empezaro a meterle mano, y ésta respondió muy favorablemente. Enseguida estaba a cuatro patas comiéndose una tranca mientras uno de los chicos le comía el coño y le anticipaba lo que se le venía encima un trío tremendo en el que, cómo no, Rita se llevó una buena dosis de anal, una tremenda DP y un buen par de corridas que dudo que apagasen todo el fuego que Rita llevaba dentro, pero que por lo menos sirvieron para apagar un primer incendio.
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