A este repartidor le ha tocado la lotería ¡y no es broma! Entra en su oficina saltando y cantando, feliz porque ahora es multimillonario. La secretaría le pide que se calme y él, pasando de ciertos comentarios, entra en el despacho de su jefa. Candy, al principio está cabreada por el comportamiento de su empleado, pero en cuanto se entera que es rico cambia su actitud por completo y empieza a comerle la polla. Esta jefa se deja hacer de todo y se abre de piernas encima de su mesa para que le den mucha caña. El repartidor se la folla por todos lados hasta que al final se corre en la boca de esta zorrita aprovechada.
Ya sabéis, si algún día os toca la lotería hacedle un striptease a vuestra jefaza buenorra... ¡a ver si cuela!
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