Jessica era con 18 añitos una preciosa hembra que gozaba de un precioso pechito turgente. Fue quizás por esas credenciales que fue a parar a las manos de nuestro entrevistador que, vicioso él, no podía dejar de meterle los dedos en su chochito perfectamente rasurado para la ocasión. Luego se lo comió y empezó a darle una buena serie de azotes en el culo mientras seguía masturbándola con un dedo en el ojal y el resto de la mano en el coño. Como gemía y como se corrió. Y aunque nuestro entrevistador aquel día no lo tenía pensado acabó follándosela, la puso a cuatro patas y empezó a embestirla con fuerza mientras la insultaba. Cómo disfrutaba, menuda una, no sabemos las veces que se corrió, lo que sí es seguro es que acabó llevándose de propina una buena dosis de sexo anal y una corrida en las nalgas tras lo cual Jessica le hizo un mamadón que provocó una segunda corrida, la hostia.
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