Este tío está obsesionado con el porno y no se quita de la cabeza una imagen que se le repite y se le repite. Por ese motivo, entra a este sex shop donde espera encontrar alguna película para pajearse. Pero en vez de eso se encuentra con una dependienta muy cachonda llamada Smarty, que después de estar todos los días viendo porno y consoladores lo único que quiere devorar es polla de verdad. Así que en seguida se baja los pantalones y se deja que le metan de todo por el coño y el culo. Nuestro afortunado cliente la satisface con consoladores de plástico y dilatadores anales y ella, muy mojada, nos deleita con sus gemidos. Al final se come la polla de otro cliente muy vicioso que estaba delirando con tanta tía buena en pelotas.
Sobre todo olé por el chorro de lefa que lanza este campeón ¡¡podría estar en el libro de los record Guiness!!
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